Esta sopa de cebolla es perfecta para un día de invierno. Es fácil y económica, aunque si se quieren poner todos los aditamentos la preparación se hace un poco más larga. Con tostadas de pan de campo o casero y huevo poché, es una comida principal en sí misma.
Ingredientes:
– Cebollas, 3
– Ajo, 2 dientes
– Panceta ahumada: 100 gramos
– Manteca, una cucharada
– Harina, una cucharada
– Caldo de verduras: un litro
– Queso reggianito o gruyere, 100 gramos
– Sal, pimienta
Opcionales:
– Pan casero o pan de campo, 8 rodajas.
– Huevos, 4.
Preparación:
– Cortar la cebolla en mitades y luego a pluma (en tajadas verticales), bastante fina.
– Picar el ajo.
– Picar la panceta.
– Rehogar la panceta sola en una sartén antiadherente. Cuando comience a dorar, agregar la manteca fría, la cebolla y el ajo. La manteca se pone fría para que la cebolla no dore. Sazonar con sal y pimienta.
– Tapar y dejar cocinar, revolviendo de vez en cuando, unos quince minutos a fuego bajo, hasta que la cebolla esté tierna. Si se la cocina tapada, la cebolla permanece blanca.
– Espolvorear con la harina y revolver por medio minuto con cuchara de madera.
– Agregar el caldo y dejar cocinar hasta que la cebolla esté bien cocida y todos los sabores integrados. Debe quedar más bien espesa.
– Rallar el queso con la parte ancha del rallador.
– Poner la sopa en cuatro boles o platos hondos. Distribuir el queso sobre cada plato y gratinar al horno bien fuerte hasta que el queso esté dorado.
– Si se quiere servir como plato principal, poner en cada plato un huevo poché, luego la sopa, luego el queso y finalmente gratinar. Servir con tostadas de pan de campo o casero.