Las remolachas son riquísimas y sanas y, si se las sirve en una bonita fuente blanca, hacen una guarnición de color dramático.
Ingredientes:
– 1 kilo de remolachas
– 1 diente de ajo
– Sal
– Diez granos de pimienta negra
– Una pizca de orégano
– Aceto balsámico y aceite de oliva
Preparación
– Hervir las remolachas en abundante agua. Dejarles cinco centímetros de los tallos al hervir así no pierden color. Están listas cuando se las pincha con un escarbadientes y se las encuentra tiernas. Dejar enfriar en el agua. (También se pueden hornear, enterar y con piel, 45 minutos).
– Con cuidado, retirar los tallos, la piel y cortar las puntas. Sin romperlas, cortar en rodajas de medio centímetro. Disponerlas en una fuente.
– Picar el ajo muy finamente y aplastar los granos de pimienta con un palote o la hoja de un cuchillo.
– En un bol, mezclar tres cucharadas de aceto con el ajo, la pimienta, el orégano (sólo una pizca) y la sal. Batir con un tenedor mientras se agrega un pocillo de aceite de oliva.
– Rociar las remolachas y dejar descansar diez minutos para que tomen sabor.
– Servir a temperatura ambiente, no frías.