Una receta muy fácil, para aprovechar pan de hace unos días.
Ingredientes:
– Una barra de pan lactal (pan blanco, de mesa) en rodajas, o 6 o 7 pancitos franceses.
– 5 o 6 manzanas verdes.
– 4 huevos.
– 750 cm3 de leche (más o menos, depende de cuanta leche absorba el pan).
– Ralladura de un limón.
– Opcional: pasas de uvas, o nueces.
– Azúcar, una taza, o a gusto, más una taza para el caramelo.
Preparación:
– Acaramelar un molde de torta redondo, según este procedimiento: colocar una taza de azúcar en el molde y poner sobre la hornalla a fuego medio. Revolver con cuchara de madera hasta que el azúcar comience a dorarse. Revolver dos o tres veces más, hasta que el azúcar esté casi todo caramelizado. Como este postre irá al horno, no importa si el caramelo no es perfecto. Apagar el fuego y rotar el molde para esparcir el caramelo por todo el fondo.
– Si no se quiere hacer caramelo, puede enmantecarse el fondo del molde y espolvorear con abundante azúcar, aunque no será lo mismo.
– Descortezar el pan lactal, o cortar en rodajas muy finas y descortezar el pan francés.
– Pelar, despepitar y cortar en rodajas finas las manzanas.
– Cuando el caramelo esté sólido, disponer sobre él una capa de rodajas de manzana, cubriendo todo el fondo del molde. Luego, sobre ella, una capa de rodajas de pan, recortando las rodajas de pan para que cubran bien el fondo. No importa si no queda perfecto, nadie lo notará.
– Alternar una capa de rodajas de manzana (más las pasas o nueces si se usan) con una capa de pan, otra de manzana y otra de pan.
– En un bol, batir los huevos, el azúcar a gusto, la leche y la ralladura de limón.
– Volcar la mezcla sobre las capas de pan y manzana y dejar reposar 15 minutos, hasta que todo esté bien empapado y el pan haya absorbido el líquido. Si hace falta, agregar un poquito más de leche.
– Cocinar a baño maría ( o sea, con en molde colocado sobre otra en fuente con agua fría hasta la mitad) por 50 minutos a una hora, hasta que el budín esté dorado y levemente inflado.
– Este budín queda mucho mejor preparado con 24 horas de anticipación, y servido con un chorro de crema fría, sin batir.