Ahora, en verano, se pueden conseguir duraznos frescos, que después desaparecen de la vista hasta el año que viene. Esta receta es rica fresca, fácil, e inusual.
Ingredientes:
– Un pollo mediano, cortado en presas chicas.
– Harina, cantidad necesaria.
– Aceite, cantidad necesaria.
– Cuatro dientes de ajo.
– Un ramito de albahaca.
– Un vaso de vino blanco.
– Un vaso de caldo.
– Cuatro o cinco duraznos frescos, no demasiado maduros.
– Sal, pimienta.
Preparación
– Salpimentar bien el pollo y rebozar en un poco de harina.
– Calentar un dedo de aceite en una sartén profunda y de fondo grueso. Dorar las presas de pollo, dándolas vuelta. Trabajar con a tres o cuatro presas por vez.
– Cuando todas las presas estén doradas, retirarlas a un plato. Tirar el exceso de aceite y dorar los dientes de ajo, enteros o cortados en láminas.
– Agregar el vaso de vino blanco, dejar reducir un minuto y agregar el caldo.
– Volver a la sartén las presas de pollo, bajar el fuego y dejar cocinar media hora.
– Mientras tanto, pelar los duraznos y cortar en cuartos.
– Rectificar la sal y la pimienta de la salsa y pinchar el pollo con un tenedor. Si el pollo está cocido, agregar los duraznos. Dejar cocinar tres o cuatro minutos, sólo lo suficiente para que se calienten. No dejar deshacer los duraznos.
– Acomodar el pollo en una fuente, rodear con los duraznos y esparcir por encima la albahaca cortada en juliana.
– Servir con arroz blanco.